De vez en cuando
hago el ejercicio de crear mi realidad,
de inventar mi mundo.
Y apareces en él
aunque no lo planifique,
a cada segundo.
Por allí,
por donde están los libros de geografía
y de la historia del mundo,
apareces tú,
ceñida de literatura, embellecida de poesías
y encantadora bajo la sombra de aquel frondoso árbol;
donde el cantar de las aves
y el descanso,
de lectores quietos y rebosantes,
suspiran recuerdos grabados en palabras de letras
y hermosas frases.
Un poquito más allá,
por donde la clave Sol y la clave Fa
marcan el tiempo,
apareces tú,
entre teclas y notas endulzando el silencio,
melodía que instrumentos de viento
y cuerdas de amantes le dan seguimiento;
evocando recuerdos
e impartiendo vida y luz a cada momento.