Aquel papel no se saciaba. Mientras más absorto estaba yo en el pensamiento, en el asombro y el sentimiento, más palabras me exigía. No sé si llegará el día en que halle satisfacción (no yo, sino la hoja de papel); pienso que aun después de mi muerte me seguirá exigiendo palabras y versos, estando yo más allá del infinito universo.
* * *
Tú que aguantas todo lo que escriba, y aún más que eso.
¿Porque después de toda esta estiba aún no estas satisfecho?
Me sugieres y exiges que escriba y escriba,
y es solo mientras escribo que me dejas un poco quieto.
No sé si es porque te alimentas de mí,
y me sacas el vivir
exigiendo que me vacíe en ti.
He llegado a pensar, que el día va a llegar;
cuando te vea y tu me mires,
y yo sin nada que dar.