El mar es tiempo evaporado de una lluvia que vuelve a caer. La lluvia es mar evaporado de un ciclo que se repite. El río trae hasta el mar el agua blanca de la lluvia que de las mismas nubes altas la montaña recibe. Aunque el agua que del río se derrama en el amplio mar salado, es la mismísima agua que siendo dulce se desboca en el mar que abre sus fauces; no así el tiempo que ya no es tiempo sino pasado; porque pasa y no regresa como la lluvia, que al caer desde el río en el mar salado se evapora y vuelve a ser aquella lluvia.